Prueba diagnóstica que permite el registro de las cifras de presión arterial de forma continua durante un determinado período de tiempo preestablecido (generalmente 24 horas).

El registro se realiza mediante el empleo de aparato conocido como holter de presión formado por un esfigmomanómetro portátil (aparato que mide las cifras de presión arterial) conectado a un grabador en el cual quedan registrados los datos obtenidos para su análisis posterior. No existen contraindicaciones para realizar el estudio. El paciente debe comunicar a su médico si se encuentra bajo tratamiento médico al momento de realizar el estudio. Es una prueba diagnóstica segura y relativamente sencilla ampliamente utilizada en el campo de la Cardiología.